La
felicitación que los masones del mundo -a través de la Gran Logia de
España- dieron a Francisco el
7 de enero pasado, vía Twitter,
significa, simple y llanamente, que la sociedad secreta se sabe
dueña de El Vaticano.
El
gozo de la Masonería fue motivado por el Mensaje Urbi et Orbi («A la
Ciudad y al Mundo») dado por Jorge Mario Bergoglio desde el balcón
central de la Basílica Vaticana el 25 de diciembre de 2018.
El
pontífice argentino escogió el tema de la fraternidad como hilo
conductor de su discurso, con el claro propósito de agradar a los hijos
de la viuda. (Es público que el lema masónico
es «Libertad, Igualdad,
Fraternidad».
En
su parte medular, Francisco dijo lo siguiente en la Navidad de 2018:
«Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz Navidad!
»A
vosotros, fieles de Roma, a vosotros, peregrinos, y a todos los que
estáis conectados desde todas las partes del mundo, renuevo el
gozoso anuncio de Belén: “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra
paz a los hombres de buena voluntad” (Lc 2,14).
»Como los pastores, que fueron los primeros en llegar a la gruta,
contemplamos asombrados la señal que Dios nos ha dado: “Un niño
envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (Lc 2,12). En
silencio, nos arrodillamos y adoramos.
»¿Y qué nos dice este Niño, que nos ha nacido de la Virgen María?
¿Cuál es el mensaje universal de la Navidad? Nos dice que Dios
es Padre bueno y nosotros somos todos hermanos.
»Esta verdad está en la base de la visión cristiana de la humanidad.
Sin la fraternidad que Jesucristo nos ha dado, nuestros esfuerzos
por un mundo más justo no llegarían muy lejos, e incluso los mejores
proyectos corren el riesgo de convertirse en estructuras sin
espíritu.
»Por eso, mi deseo de feliz Navidad es un deseo de fraternidad.
»Fraternidad entre personas de toda nación y cultura.
»Fraternidad entre personas con ideas diferentes, pero capaces de
respetarse y de escuchar al otro.
»Fraternidad entre personas de diversas religiones. Jesús ha venido
a revelar el rostro de Dios a todos aquellos que lo buscan.
»Y
el rostro de Dios se ha manifestado en un rostro humano concreto. No
apareció como un ángel, sino como un hombre, nacido en un tiempo y
un lugar. Así, con su encarnación, el Hijo de Dios nos indica que la
salvación pasa a través del amor, la acogida y el respeto de nuestra
pobre humanidad, que todos compartimos en una gran variedad de
etnias, de lenguas, de culturas…, pero todos hermanos en humanidad.
»Entonces, nuestras diferencias no son un daño o un peligro, son una
riqueza. Como para un artista que quiere hacer un mosaico: es mejor
tener a disposición teselas de muchos colores, antes que de pocos.
»La experiencia de la familia nos lo enseña: siendo hermanos y
hermanas, somos distintos unos de otros, y no siempre estamos de
acuerdo, pero hay un vínculo indisoluble que nos une, y el amor de
los padres nos ayuda a querernos. Lo mismo vale para la familia
humana, pero aquí Dios es el “padre”, el fundamento y la fuerza de
nuestra fraternidad». (1)
Las alabanzas de la Masonería a Bergoglio
La Gran
Logia de España y el Gran
Oriente de España, a través de su revista digital
Oriente, publicaron un comentario titulado «Todos los masones del
mundo se unen a la petición del Papa “por la fraternidad entre
personas de diversas religiones”». (2)
En su primer párrafo, el material
citado dice:
«En su mensaje de Navidad desde la Logia central del Vaticano, el
Papa Francisco ha pedido el triunfo de la fraternidad universal
entre todos los seres humanos: “Mi deseo de feliz Navidad es un
deseo de fraternidad. Fraternidad entre personas de toda nación y
cultura. Fraternidad entre personas con ideas diferentes, pero
capaces de respetarse y de escuchar al otro. Fraternidad entre
personas de diversas religiones”, aseguró el Sumo Pontífice en su
mensaje urbi et orbi. “Nuestras diferencias no son un daño o un
peligro, son una riqueza. Como para un artista que quiere hacer un
mosaico: es mejor tener a disposición teselas de muchos colores,
antes que de pocos”».
Enseguida, la publicación digital masónica reproduce el video del
mensaje que dio Bergoglio el 25 de diciembre pasado:
https://youtu.be/qcDcHCtkSEA
Finalmente, el comentario publicado por la revista Oriente de la
Gran Logia de España y del Gran Oriente de este país, agrega:
«Las palabras del Papa muestran la lejanía actual de la Iglesia con
el contenido de Humanum Genus (1884), la última gran condena
católica a la Masonería, de la que se decía que, “abriendo los
brazos a cualesquiera y de cualquier religión, consiguen persuadir
de hecho el grande error de estos tiempos, a saber, el
indiferentismo religioso y la igualdad de todos los cultos; conducta
muy a propósito para arruinar toda religión, singularmente la
católica, a la que, por ser la única verdadera, no sin suma injuria
se la iguala con las demás”. El camino entonces condenado desde el
integrismo religioso es hoy el camino que el Sumo Pontífice de la
Iglesia Católica y la Masonería Universal están de acuerdo en
proponer a la Humanidad. No hay un solo masón en la Tierra que no se
una al Papa en su deseo de fraternidad universal, heterogénea en lo
político, lo cultural, lo nacional o lo religioso». (3)
El lenguaje masónico de Francisco
El discurso de Bergoglio es herético,
porque nunca habla de que Dios es
la Santísima Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios
Espíritu Santo, tres Personas y un solo Dios verdadero:
«Como los pastores, que fueron los primeros en llegar a la gruta,
contemplamos asombrados la señal que Dios nos ha dado: “Un niño
envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (Lc 2,12). En
silencio, nos arrodillamos y adoramos.
»¿Y qué nos dice este Niño, que nos
ha nacido de la Virgen María? ¿Cuál es el mensaje universal de la
Navidad? Nos dice que Dios es Padre bueno y nosotros somos
todos hermanos».
De manera simple, Bergoglio borró a
la Santísima Trinidad y retomó el discruso talmúdico que
sólo reconoce al Padre. De ahí a la adoración al gran arquitecto del
universo hay solo un paso.
Enseguida, utilizó la figura de Jesucristo para explayarse con
lenguaje masónico en torno a la fraternidad:
«Esta verdad está en la base de la visión cristiana de la humanidad.
Sin la fraternidad que Jesucristo nos ha dado, nuestros esfuerzos
por un mundo más justo no llegarían muy lejos, e incluso los mejores
proyectos corren el riesgo de convertirse en estructuras sin
espíritu.
»Por eso, mi deseo de feliz Navidad es un deseo de fraternidad.
»Fraternidad entre personas de toda nación y cultura.
»Fraternidad entre personas con ideas diferentes, pero capaces de
respetarse y de escuchar al otro.
»Fraternidad entre personas de diversas religiones. Jesús ha venido
a revelar el rostro de Dios a todos aquellos que lo buscan».
De una manera cínica, Francisco afirma que la salvación del alma
humana pasa por el respeto a la “pobre humanidad”, cuando según
enseñó el mismo Jesús en el Evangelio, sólo se logra amando a Dios
sobre todas las cosas y, en consecuencia, al prójimo como a uno
mismo. Bergoglio pone el amor a la humanidad en primer lugar y el
amor a Dios ni siquiera lo menciona. Leamos:
«Y el rostro de Dios se ha manifestado en un rostro humano concreto.
No apareció como un ángel, sino como un hombre, nacido en un tiempo
y un lugar. Así, con su encarnación, el Hijo de Dios nos indica que
la salvación pasa a través del amor, la acogida y el respeto de
nuestra pobre humanidad, que todos compartimos en una gran variedad
de etnias, de lenguas, de culturas…, pero todos hermanos en
humanidad».
«Hermanos en humanidad», no hermanos por ser hijos del Dios Trino y
Uno.
¡Francisco miente!
Nuestro Señor Jesucristo no vino a
hablarnos de la fraternidad masónica sustentada en el falso amor a
la humanidad. Vino a predicar la doctrina aprendida de su Padre, la
doctrina de Salvación eterna. Leamos a San Juan:
«Ahora bien, el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús
poniéndose en pie, clamó: ”Si alguno tiene sed venga a Mí, y beba
quien cree en Mí. Como ha dicho la Escritura: “de su seno manarán
torrentes de agua viva”. Dijo esto del Espíritu que habían de
recibir los que creyesen en Él: pues aún no había Espíritu, por
cuanto Jesús no había sido todavía glorificado. Algunos del pueblo,
oyendo estas palabras decían: “A la verdad, Éste es el profeta”.
Otros decían: “Éste es el Cristo”; pero otros decían: “Por ventura,
¿de Galilea ha de venir el Cristo? ¿No ha dicho la Escritura que el
Cristo ha de venir del linaje de David, y de Belén, la aldea de
David”. Se produjo así división en el pueblo a causa de Él». (4)
Jesús nunca desobedeció
a Su Padre con tal de confraternizar con los pecadores.
Nunca se dejó llevar por la óptica meramente humana. Regresamos con
San Juan:
«Jesús les habló otra vez, y dijo: “Yo soy la luz del mundo. El que
me siga no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Le dijeron, entonces, los fariseos: “Tú te das testimonio a Ti
mismo; tu testimonio no es verdadero”. Jesús les respondió y dijo:
“Aunque Yo doy testimonio de Mí mismo, mi testimonio es verdadero,
porqué sé de dónde vengo y adónde voy; mas vosotros no sabéis de
dónde vengo ni adónde voy”. Vosotros juzgáis carnalmente; Yo no
juzgo a nadie; y si Yo juzgo, mi juicio es verdadero, porque no soy
Yo solo, sino Yo y el Padre que me envió. Está escrito también en
vuestra Ley que el testimonio de dos hombres es verdadero. Ahora
bien, para dar testimonio de Mí, estoy Yo mismo y el Padre que me
envió”. Ellos le dijeron: “¿Dónde está tu Padre?”. Jesús respondió:
“Vosotros no conocéis ni a Mí ni a mi Padre; si me conocieseis a Mí,
conoceríais también a mi Padre”. Dijo esto junto al Tesoro,
enseñando en el Templo. Y nadie se apoderó de Él, porque su hora no
había llegado aún». (5)
La
«fraternidad entre personas de diversas religiones» que defiende y
promueve Francisco
pone en riesgo a infinidad de almas, toda
vez que su salvación sólo está en la Iglesia que es una, santa,
católica y apostólica. Tal es la trampa de la libertad religiosa
promovida desde Juan XXIII hasta Francisco.
Por eso, los masones se hacen una con Bergoglio: «El camino entonces
condenado desde el integrismo religioso es hoy el camino que el Sumo
Pontífice de la Iglesia Católica y la Masonería Universal están de
acuerdo en proponer a la Humanidad. No hay un solo masón en la
Tierra que no se una al Papa en su deseo de fraternidad
universal, heterogénea en lo político, lo cultural, lo nacional o lo
religioso».
Solo existe una Doctrina DivinaNuestro
Señor Jesucristo fue muy claro al establecer la divinidad de su
doctrina. Volvamos con San Juan:
«Estaba ya mediada la fiesta, cuando
Jesús subió al Templo, y se puso a enseñar. Los judíos estaban
admirados y decían: “¿Cómo sabe éste letras, no habiendo
estudiado?”. Replicoles Jesús y dijo: “Mi doctrina no es Mía, sino
del que me envió. Si alguno quiere cumplir Su voluntad, conocerá si
esta doctrina es viene de Dios, o si Yo hablo por mi propia cuenta.
Quien habla por su propia cuenta busca su propia gloria; pero quien
busca la gloria de quien le envió, ése es veraz, y no hay en él
injusticia. ¿No os dio Moisés la Ley? Ahora bien, ninguno de
vosotros observa la ley. [Entonces] ¿por qué tratáis de quitarme la
vida?». (6)
¿A quién conviene la heterogeneidad religiosa? Al príncipe de este
mundo.
Notas:
1.
InfoVaticana. Mensaje Urbi et Orbi del Santo Padre Francisco.
Navidad 2018. Rescatado el 2 de febrero de 2019. http://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/urbi/documents/papa-francesco_20181225_urbi-et-orbi-natale.html
2.
Gran Logia de España y Gran Oriente de España. Todos los masones del
mundo se unen a la petición del Papa por “la fraternidad entre
personas de diversas religiones”. Revista digital Oriente, número
243, Segunda Época. Recuperado el 2 de febrero de 2019. https://mailchi.mp/gle/eloriente243
3.
Ibid.
4.
Juan Straubinger. Biblia Comentada. Jn. VII, 37-43.
5.
Juan Straubinger. Biblia Comentada. Jn. VIII, 12-20.
6.
Juan Straubinger. Biblia Comentada. Jn. VII,14-20. |